A diferencia de otros métodos de desinfección, las características del ozono en aire lo hacen único por ser…
A diferencia de otros métodos de desinfección, las características del ozono en aire lo hacen único por ser…
Ozonizador industrial de gran capacidad e inyección en el sistema de ventilación.
Para más información contáctenos por email en desinfec@o3pro.eu.
No genera residuos, no se manipulan productos tóxicos, no precisa de cartuchos recargables, no se expone ningún operario a productos nocivos, no deja sustancias remanentes y elimina malos olores.
La frecuencia de uso dependerá de las condiciones específicas de la estancia. Para cualquier duda, pónganse en contacto con support@o3pro.eu.
El ozono es uno de los desinfectantes más potentes que existen, con un altísimo grado de oxidación. Estudios previos [ver ref.] apuntan a una inactivación entre el 90% y el 99% bajo una exposición conveniente, y dependiendo de varios factores. No obstante, nuestras soluciones de desinfección, al igual que cualquier otro sistema, no asegura un 100% de desinfección, por lo que siempre es recomendable el uso adicional de otros métodos complementarios.
El ozono está catalogado únicamente como Agente Irritante y no es cancerígeno. Al igual que otros muchos gases, incluido el oxígeno, en cantidades elevadas es tóxico. La OMS recomienda una concentración máxima en aire de 0.05ppm (0.1 mg/m^3) para el público en general. Por ello, el tratamiento de choque con ozono en aire es necesario realizarlo en salas desalojadas. El ozono tiene un olor característico a niveles relativamente bajos, lo que facilitaría la detección anticipada por personas para la prevención de posibles problemas. Niveles mayores a 0.05ppm de ozono en aire durante 8 horas puede causar irritación. Es importante señalar que otras sustancias domésticas y de uso cotidiano para la desinfección, como la lejía o el amoniaco, tienen un mayor índice de peligrosidad y causan significativamente más incidencias anuales por un mal uso de aplicación y/o dosis que los sistemas de generación de ozono en aire.
Son dos métodos de desinfección diferentes: el ozono en agua desinfecta el agua para la agricultura, la industria alimentaria y spas, entre otros. El ozono en aire, en concentraciones adecuadas, invade una estancia y desinfecta todas las superficies en contacto con dicho ozono. Generalmente, el uso del ozono en el agua ha tenido mayor interés por la industria, grandes empresas y entidades que los sistemas de ozono en aire, lo que ha acelerado su consecuente regulación de forma más ágil que la desinfección por ozono en aire, que no atañe a ninguna industria en particular.
Empresas de envases de alimentación usan el ozono como elemento de desinfección superficial de las caras que están en contacto con los alimentos.
La aplicación del ozono en aire para la desinfección es relativamente novedosa. La regulación y la creación de las normativas precisan de un tiempo de análisis y elaboración de los criterios de regulación armonizados en toda Europa. En este caso, la confección de normativas va por detrás de la tecnología y de las necesidades de la sociedad. Actualmente, se ha iniciado el proceso de aprobación del ozono en aire como desinfectante acreditado en Europa (más información en este enlace de la web oficial de ECHA – European Chemicals Agency.) Por ello, se está tratando de establecer la dosis y las condiciones adecuadas según parámetros de seguridad y efectividad uniformes en toda Europa. Consecuentemente, los márgenes de seguridad recomendados actualmente son rigurosamente prudentes, con las estancias siempre libres de personas y animales, y con un tiempo de ventilación muy ponderado.
El ozono, en general, es una sustancia beneficiosa para el medio ambiente. La capa de ozono de la estratosfera de la Tierra se está debilitando por elementos químicos contaminantes principalmente por clorofluorocarbonados (CFC).
Por otro lado, el ozono como desinfectante no precisa de una industria química que fabrique ningún biocida, ni un transporte, ni un embotellado especial, ni elementos fungibles; lo que evita una serie de procesos contaminantes que son inherente en la cadena de valor de otros desinfectantes.